Introducción

En varias ocasiones he comentado la cantidad de recursos que consume Chrome comparado con otros navegadores como puede ser Firefox, y esta es una de las razones por la que hasta hace unos pocos meses, Firefox, fuera mi navegador por defecto. Sin embargo, el ecosistema de aplicaciones que rodea a Chrome es muy superior a Firefox, y por ello, actualmente Chrome ha pasado a primera línea, aunque la avidez de recursos de Chrome no ha quedado, ni mucho menos en el olvido.

Si al consumo de recursos que hace Chrome, le añadimos que cada vez mas, las páginas web, hacen uso de rutinas javascript para aumentar la interacción con el usuario, y además, somos un tanto inquietos, y vamos abriendo pestañas, y mas pestañas, y no cerramos ninguna, nos podemos encontrar con una verdadera máquina de consumir memoria RAM.

Una interesante solución que leí hace unos días en lifehacker, pasa por el uso de «The Great Suspender»

The Great Suspender

The Great Suspender es una sencilla extensión que te ayudará en la contención del consumo de recursos de Chrome. Para ello, esta extensión lo que hace es descargar de forma automática cada una de las pestañas que no se utilizan dejando visible tanto el icono como el título de la pestaña, aunque ligeramente velado, para que sepamos que esa pestaña está en «modo de letargo».

Cada una de las pestañas que ha sido descargada, se puede restaurar fácilmente, haciendo clic en cualquier parte de la página cuando la necesitas. De esta forma se reduce el consumo de recursos, puesto que se descargan todos los elementos contenidos en la página, y lo mismo sucede con javascript.

La suspensión de las pestañas, se puede realizar de forma forzada, o bien, de forma automática, es decir, si durante un período de tiempo establecido por el usuario, no se hace uso de esta pestaña, pasa a «modo de letargo o suspensión». Igualmente, puede suceder que por cualquier circunstancia, una de las pestañas no queramos que pase a modo de letargo, por alguna razón; en ese caso, The Great Suspender, tiene una solución, una «lista blanca», es decir, una lista donde indicaremos que pestañas no queremos que entren en «modo letargo» bajo ningún concepto.

Monitorización del funcionamiento en Ubuntu

Llegados a este punto, el siguiente paso a realizar ha sido comprobar cual era el beneficio del uso de «The Great Suspender». Así, he iniciado el monitor del sistema con algunas pestañas abiertas y sin poner ninguna en modo letargo, y el resultado ha sido el siguiente:

He puesto todas menos una en modo letargo, quedando un resultado como el que puedes ver en la siguiente imagen:

Resumiento, hemos pasado de algo mas de 800 MB ha unos 330 MB. Una reducción considerable, y a tener muy en cuenta.

Conclusión

A la vista de los resultados es evidente el beneficio que supone el uso de esta extensión, sobre todo para equipos con recursos reducidos. Aunque tampoco está demás tenerlo en cuenta de forma habitual, con independencia de los recursos de los que dispongas para evitarte sorpresas. En cuanto al inconveniente de tener que reactivar una página, creo que es algo que se puede llevar, puesto que realmente, si se ha puesto en modo letargo, es porque no estás haciendo un uso constante de la misma.